Los niños lloraban por todo el mundo. Pero la voz del ángel que
parecía un demonio se quebraba. Quería hacer que los niños
sonrieran, pero ya no podía cantarles, así que se entristeció mucho.
“Yo solo quería ver las
sonrisas de esos niños”
Y la tierra tembló de
nuevo.
Parecía como que Dios, decepcionado por los humanos, iba a dejar que el mundo realmente se acabase. Por eso el ángel que parecía un
demonio quería hablar con ellos. Pensaba que quizá si Dios
estaba enfadado, lo mejor sería encontrar la manera de calmar su ira entre todos. No obstante, el ángel que parecía un demonio no podía hablar con ellos, puesto que cuando le miraban, todos tenían miedo de su aspecto y huían de él.
El ángel que parecía un
demonio acabó oyendo algunas conversaciones, y así supo lo que pensaban varias personas.
“Todo es culpa de él, de
ese demonio, ¡por su culpa el mundo terminará!”
El ángel que parecía un
demonio se sorprendió. ¿Por qué decían eso? Fueron ellos los que habían estado luchando por la Bola de Luz al querer que fuese suya.
Puedo conseguir lo que quiera.
¿Que cómo? Pues porque puedo robar a los débiles.
Empujo a las chicas a las que quiero abrazar.
Esta es mi preciada pistola.
Voy a disparar hasta matar a quien no le
guste.
¿Policía?
¿Ley? ¡No me importan!
Como sea, simplemente hago lo que quiero.
¡Todo es porque el mundo se acabará!
"Como el mundo se va a acabar, sería mejor que no tuvieras a este bebé."
Pero este niño ya ha sido bendecido con la vida. No puedo quitársela.
"¿No es horrible vender comida mojada por la lluvia negra?"
Pero es que si no vendemos eso, no podremos vivir ni hoy.
Pero es que si no vendemos eso, no podremos vivir ni hoy.
"¡Detened
el humo de la Bola de Luz!"
Sentí pena. Pero alguien tiene que pararlo. Y por eso iré yo.
"¿Qué vas a hacer con tantas semillas de manzana? En esta tierra muerta es imposible hacer crecer una
sola planta."
No me importa que el mundo se acabe. Porque este es mi trabajo.
No me importa que el mundo se acabe. Porque este es mi trabajo.
Había muchas cosas que no sabía sobre los hombres.
El ángel que parecía un demonio fue a la
iglesia, y preguntó:
—¿Dios,
de verdad el mundo se va a acabar así?
Pero Dios no contestó.
En ese momento, llegó una niña. El ángel que parecía un demonio se escondió y
se puso a mirar a hurtadillas. Entonces la niña ofreció sus
plegarias a la cruz.
Parece que esa niña iba todos los días a
rezar. El ángel que parecía un demonio se le acercó un poco. Y ella se giró.
—¿Padre?
Pensó que al ver su apariencia, la niña huiría como los demás, pero no lo hizo.
Esa niña no podía ver.
—¿A qué le rezabas?
—¿Padre,
eres tú quien está ahí?
Esa niña tampoco podía oír.
La lluvia negra la había golpeado y la había dejado sin poder ver ni oír. El ángel que parecía un demonio bajó y con un palito le escribió en la mano: “¿A qué le rezabas?”
—¿Sabes, Padre? Le he pedido un favor a Dios. Quiero que todo vuelva a brillar de verde en
la tierra. Y además...
"¿Y
además?"
—Además, quiero que regresen las sonrisas de
los niños de todo el mundo.
El corazón del ángel que parecía un demonio se encogió.
El corazón del ángel que parecía un demonio se encogió.
Texto extraído del booklet de "2012" escrito por yasu.
Imágenes tomadas del mismo booklet del álbum.
Traducción japonés-español: ABC Spanish ST
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